Adiestradora de perros "en positivo"

09.03.2010 11:44

María Acha educa canes a domicilio en Bilbao a base de gratificaciones y sin utilizar el castigo
DEIA. José Basurto  - Lunes, 8 de Marzo de 2010

MARÍA Acha se dedica a educar perros "en positivo". ¿Y qué es eso? , se pregunta un profano en la materia. Pues muy sencillo: educar a las mascotas sin "levantar la mano". Es decir, sin emplear ningún tipo de violencia tanto física como psíquica. "En lugar de castigar, reforzamos sus comportamientos con premios", resume María la filosofía de sus métodos. Una filosofía que aplica desde hace unos meses en la empresa que ha creado en Bilbao, dedicada al adiestramiento de perros. Pero no sólo los educa. María también ofrece servicios de paseo, acompañamiento, y hasta de canguro.

Los perros siempre han formado una parte importante de su vida. "Yo no me imagino vivir sin perros", aclara María. En su casa nunca faltó un can con el que jugar. Sin embargo, jamás pensó que su vida profesional iba a estar relacionada con los perros. En un principio, María enfocó su vida laboral hacia la decoración. Trabajó muchos años como decoradora hasta que las circunstancias personales y familiares le hicieron pararse a pensar en la posibilidad de dar un giro radical a su vida. Maduró la idea el año pasado y dio el salto. Se fue a San Francisco, a la prestigiosa Academy for Dog Trainers (SPCA), "considerada en el mundo como el Harvard del adiestramiento". "Antes de tomar esa decisión", comenta María, "yo ya me había leído bastante libros sobre el tema y había realizado cursillos en Bilbao, Madrid y Barcelona". A pesar de ello, tuvo que pasar unas "duras pruebas" para entrar en la academia que dirige Jean Donaldson, "una autoridad mundial en el adiestramiento de perros". Su estancia de dos meses en California se saldó con varios certificados como experta educadora de mascotas.

Una vez en la capital vizcaina, y con ese bagaje, montó Dogbil, acrónimo de perro en inglés. Eso fue después del verano. Y tras seis meses de trabajo, María se muestra satisfecha de cómo le está yendo el negocio. "Ya tengo una serie de clientes a los que estoy educando sus perros y que, tras conocerme, me encargan otras cosas como cuidarles, pasearles o llevarles al veterinario". Sus métodos de adiestramiento "en positivo" se basan en lo que ella denomina "el refuerzo y la potenciación de lo que queremos que el perro haga, sin castigos ni uso de técnicas que puedan crear malestar en el animal o deteriorar nuestra relación". Sin la utilización de la "mano dura", María está convencida de que "los perros aprenden más rápido", porque así se lo demuestran sus resultados.

EN EL ENTORNO DONDE VIVEN

Una fórmula de afianzar las costumbres


Aunque todavía no tiene ningún local, María prefiere educar a los perros en el entorno en el que viven y, a poder ser, con la presencia del dueño porque "de nada sirve que yo le eduque en unos comportamientos y luego, cuando desaparezca, el perro siga haciendo lo que quiera con el dueño". María nunca recurre a la violencia en sus métodos "porque a base de castigos físicos lo único que consigues es que el perro tenga miedo". Por eso, María aplica el premio, que habitualmente se suele traducir en comida, un paseo, juegos con otros perros "o cualquier cosa que el perro ame". Sus órdenes son cortas y precisas, como por ejemplo, "sienta o aquí", "para que el perro no se confunda con demasiadas explicaciones". Lo que sí emplea son grandes dosis de paciencia. "Este trabajo consiste en la repetición de los comportamientos, con lo cual hay que insistir mucho para que acabe asimilando". Hasta el momento, María se ha encontrado con perros "bien cuidados, que no han sufrido, pero que necesitan mejorar algunos comportamientos". María cree que está cambiando este tema y que "la mayoría trata bien a los perros". Lo que sí piensa que habría que educar es a algunos dueños de canes "que no limpian las cacas de sus perros cuando lo hacen en la calle". Y aunque todavía no hemos llegado al nivel de Estados Unidos, donde "la gente está más concienciada y en cuanto son cachorros les llevan a clases de socialización y educación básica, aquí se va entrando en el tema de la educación".

María ofrece una variedad de servicios que van desde los paseos privados o con otros perros hasta la educación de cachorros. Un paseo privado puede salir por 14 euros la hora. Los servicios de canguro tienen la misma tarifa. Sin embargo, llevar al perro al veterinario sube algo más, 18 euros, y los paseos con sesiones educativas ascienden a 20 euros.

María no quiere posicionarse sobre qué razas son mejores para ser reeducadas o adiestradas "porque eso depende más de las circunstancias de cada perro y de cómo les han educado sus dueños." ¿Y las razas peligrosas? "Tampoco se puede decir que todos esos perros suponen un peligro porque yo he conocido pit bulls que eran muy tranquilos y otros perros que aparentemente no eran peligros y tenían comportamientos muy agresivos. Al final depende todo del dueño".